3 trucos para preparar tu cuerpo para los meses fríos

 

 

Si hay algo que caracteriza a la reentré estacional es la idea de adquirir buenos hábitos y rutinas que nos lleven a sentirnos mejor. La cuestión es ¿Conseguimos llevarlas a cabo? Hoy os voy a contar mis tres buenos hábitos (que deberíamos seguir todo el año) y qué tal los estoy llevando, por si os pueden servir de ayuda en vuestro día a día.

Vaya por delante que estos hábitos de los que os voy a hablar, al menos en mi caso, ya se han vuelto parte de mi rutina diaria. Comencé con uno de ellos en enero de este año, con el segundo me puse las pilas en Julio, y con el tercero estoy en ello, pues he vuelto a retomarlo hace apenas unas semanas.

Primer buen hábito: ¡A hacer ejercicio!

 

 

 

 

Sí. Se dice que hace falta, se dice que se va a hacer, pero a la nada, lo olvidamos. La falta de tiempo y la falta de motivación hacen que al final lo vayamos dejando y nunca nos ponemos. Pero... ¿Sabías que el ejercicio físico es una de las mejores maneras de estimular nuestro sistema inmunológico y mantenernos fuerte para pasar los meses de frío mejor? Yo soy de las que le salen contracturas con el frío, y desde que trabajo la musculatura de la espalda, me noto mucho mucho mejor en ese aspecto. Comencé apuntándome al gimnasio en Enero, como os dije antes, y a lo tonto a lo tonto ya llevo 9 meses yendo. Suelo ir tres días en semana, minimo una hora cada uno de esos días. Y dentro de mi rutina de ejercicios trabajo con máquinas, hago tablas, hipopresivos y estiramientos, muuuuchos estiramientos. El ejercicio de cardio lo tengo algo más abandonado por incompatibilidad de horarios (las clases son en horarios en los que casi nunca puedo acudir) pero estoy con la idea de ir retomándolo poco a poco, al menos el hacer algo de cinta que de las máquinas de cardio es la que más me estimula.

Segundo buen hábito: ¡Cuida tu alimentación!

Más de lo mismo. Cuesta cuidarse. Mucho. ¡Pero qué bien te sientes cuando lo haces! Llevo cuidando mi alimentación desde Julio, y poco a poco lo voy notando. Como más sano y en menos cantidades. El estómago se acostumbra con el tiempo a lo que le des, y si le das mucha comida, pide mucha más comida. Si le acostumbras a menos, pide menos. Es cuestión de comer sano, comidas que incluyan fibra y líquidos para saciarte antes, y no olvidarnos de comer alimentos que, aunque a priori sean o parezcan más calóricos (frutos secos, aguacate...) no nos aporten calorías vacías. Masticar bien, despacio y tener un poco de control mental para no caer con el picoteo a las primeras de cambio. ¿Y eso como se consigue? Pues con el tercer buen hábito...

Tercer buen hábito: ¡Haz meditación!

Es la mejor arma para evitar perder la calma. El estrés continuado  afecta a todo nuestro organismo y disminuye la capacidad de nuestro cuerpo para combatir enfermedades. Actividades como el yoga, que combinan ejercicio y meditación, ayudan a conectarse con uno mismo y a relajarse, además de tonificar el cuerpo y ganar elasticidad. En mi caso hago esas actividades por separado, por un lado hago estiramientos, y por otro, meditación pura y dura. Es algo que practicaba hace años y que he vuelto a retomar con la entrada del peque a la escuela infantil ya que dispongo de algo más de tiempo para mí. Uso audios que tengo con música relajante, y algunos de ellos incluyen meditaciones guiadas, ideales para iniciarse poco a poco en esta rutina.

¿Y vosotras, os cuidáis durante los meses de frío, o sois más de prestaros atención sólo en primavera/verano?