El sudor es un mecanismo natural de defensa que tiene el organismo para bajar su temperatura. El cuerpo tiene aproximadamente 4 millones de glándulas sudoríparas que pueden ser de dos tipos: las ecrinas, que son las responsables de que sudemos para regular la temperatura física (están repartidas por la mayoría de la superficie del cuerpo) y las apocrinas, que son las glándulas encargadas del olor del sudor genital, y que también están en las ingles y en las axilas.
La hiperhidrosis vulvar es cuando hay un sudor de la vulva excesivo. Suele aumentar con la llegada del verano y suele tener un componente genético, aunque también se puede generar por estrés, ansiedad, desórdenes hormonales o emocionales.
La hiperhidrosis genital puede influir en la autoestima, ya que la persona que la sufre puede sentirse incómoda y afectarle a nivel personal, profesional y sexual. Pero además puede favorecer la aparición de infecciones por bacterias u hongos, que se propagan gracias a la humedad. Si además en la zona hay vello se crea un microambiente aún más húmedo, donde es más fácil la proliferación de microorganismos nocivos para la salud.
Hoy os traigo un listado de buenos hábitos para hacerle frente a la hiperhidrosis vulvar:
- Beber suficiente agua para que el cuerpo pueda regular mejor su temperatura.
- Hacer ejercicio físico de manera habitual.
- Practicar actividades relajantes para controlar las emociones.
- Reducir el consumo de grasas saturadas para disminuir la expulsión de lípidos por las glándulas apocrinas.
- Vestir con tejidos de fibras naturales (lino o algodón), que sean transpirables.
- No usar ropa demasiado ajustada, para permitir la ventilación.
- Cambiar de postura a menudo y no cruzar las piernas para evitar la sudoración
de la zona V.
- No usar salva-slips o compresas a diario, ya que aunque evitan que mojemos la ropa, retienen la humedad.
- Llevar una correcta higiene corporal, duchándose una vez al día para ayudar a regular la temperatura corporal.
- Tener una buena higiene íntima con productos específicos para cuidar el microbioma vaginal. Con la llegada de la época estival, conviene llevar un paquete de toallitas íntimas en el bolso para los momentos inesperados.
Una gran ayuda para la higiene íntima son las toallitas Chilly, que colaboran a mantener el equilibrio de nuestro pH y flora vaginal, evitando las infecciones. Son refrescantes e incluyen una fórmula Anti-Odor, que neutraliza la formación de malos olores gracias a su acción antibacteriana.
Podemos encontrar toallitas Chilly en cinco variedades distintas, cada una con un diseño juvenil, colorido, fresco y moderno, aptas para todas las mujeres, según las necesidades de cada una.
• CHILLY FRESH: frescura intensa y protección duradera non stop. Estas toallitas están enriquecidas con Mentol refrescante natural, que da sensación de vitalidad durante todo el día y respeta el equilibrio fisiológico de las mucosas genitales.
• CHILLY DELICADO: protegen el microbioma vaginal y proporcionan sensación de delicadeza y bienestar durante todo el día. Son ideales para mujeres con pieles y mucosas sensibles ya que tienen una fórmula suave con Aloe Vera y Hamamelis.
• CHILLY PROTECT: ideales para la playa, la piscina o el gimnasio, ya que están enriquecidas con Tomillo y Salvia, que tienen propiedades antisépticas y favorecen la protección en los momentos de mayor riesgo de contacto bacteriano.
• CHILLY 3.5: ofrecen prevención y equilibrio gracias a su fórmula especial con pH 3.5 enriquecida con Ácido Láctico, que ayuda a preservar la acidez fisiológica de la zona íntima durante el embarazo o la menopausia, evitando la aparición de molestias.
• CHILLY CALMANTE: el último lanzamiento de la marca. Enriquecidas con Bisabolol, un agente dermocalmante que proporciona una agradable sensación de alivio de las pequeñas molestias íntimas diarias como el ardor y el picor, evitando así irritaciones y enrojecimientos.
El precio de cada paquete es de unos 3€ aproximadamente y podemos encontrarlas en híper, supermercados y en perfumerías.
Unos buenos consejos
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